by Xosé L. Garza (Chair of Communication)

Buenos días Hilda. Muchas gracias por estar con nosotros hoy, nos hemos puesto en contacto con el objetivo de conocer más sobre el inminente estreno del libro de AYCH que tendrá lugar el próximo lunes 8 en línea.

Me gustaría comenzar esta entrevista con una pequeña reseña, de dónde vienes, qué haces, cómo llegas a AYCH…

Vengo de Venezuela. En mi país me formé como psicóloga social y luego tuve la oportunidad de hacer un doctorado en Desarrollo Sostenible en la Universidad de Aberdeen en Escocia. Actualmente soy profesor en la Escuela de Diseño Nantes Atlantique (uno de los socios franceses del proyecto) y también soy investigador independiente. Florent Orsoni sugirió que lo acompañara como investigador en la aventura de AYCH. Desde el inicio del proyecto tuve el placer de contribuir a la creación de herramientas de creatividad para trabajar con los jóvenes de AYCH y escribir para el Kit de herramientas.

Se dice que en la vida usted debe tener un hijo, escribir un libro y plantar un árbol; ¿Qué queda por hacer?.

Hehehe, bueno depende, ¿está bien si he plantado pequeñas plantas o tiene que ser un gran árbol? El árbol, me falta el árbol.

¿Cómo se las arreglan, qué han sentido, ante el desafío de hacer un libro y convertirlo en la publicación final de un proyecto tan importante para los jóvenes?

Cuando nos propusimos el reto de escribir el libro, no creo que fuera plenamente consciente de lo que implicaba. Todo comenzó con mucho entusiasmo y un borrador de una página que compartimos en línea con los socios del proyecto. El libro comenzó a tomar forma, párrafo por párrafo, mientras intercambiamos ideas e historias sobre el proyecto. En ese momento, nadie estaba seguro de cómo sería el resultado final, pero compartimos una especie de visión de cómo debía ser y sentí una gran confianza mutua en lo que estábamos haciendo. Tuve un gran apoyo de los socios, los participantes y Oenone Thomas, con quienes pude aclarar constantemente las dudas y compartir ideas.

Un momento muy importante del proceso fue tener una mirada externa a lo que estábamos escribiendo. Cuando el libro tenía suficiente contenido y significado, la Dra. Natalia Eernstman de Plymouth College of Art hizo una lectura crítica del manuscrito. Este paso nos permitió dar más coherencia a todo el texto y evitar despidos.

Muchos de nosotros conocemos el proyecto, pero ¿qué pretendía mostrar en la publicación, cuáles eran sus prioridades?

Lo más difícil y al mismo tiempo lo más interesante para mí fue descubrir y redescubrir AYCH y su gente mientras escribíamos el libro. Se trata de un proyecto increíble que trabaja en diferentes ciudades de Europa que combina rigor con gran sensibilidad, que interviene localmente en temas globales, que promueve la experimentación y el derecho a cometer errores entre los jóvenes a la hora de construir un futuro profesional…

Quería mostrar esa sensibilidad y complejidad de una manera accesible. Para ello, era esencial dar voz a los jóvenes participantes. Los jóvenes cuentan sus historias reales, con sus altibajos, contadas con emoción y con sentido común. Por esta misma razón, pedimos a 4 jóvenes embajadores de AYCH que respaldaran el libro como prefacio.

Imaginamos que has tenido que coordinar a mucha gente para hacer esta publicación, ¿han sido colaborativos? ¿Y cómo lo has hecho?

Envié muchos, muchos, innumerables correos electrónicos. Afortunadamente, existen plataformas de edición colaborativa en línea. Durante los primeros meses de escritura, los socios pudieron ver y sugerir cambios directamente en el manuscrito, lo que nos ahorró mucho tiempo. Los miembros de AYCH tienen una gran sensibilidad y apertura que se manifiesta no sólo en la forma en que trabajan con los jóvenes participantes, sino también en sus intercambios conmigo durante el proceso de escritura. No podría estar más agradecido…

Tengo mucha curiosidad por saber qué cree que contribuirá este libro a la Europa atlántica, a aquellos países que valoran apoyar a sus jóvenes con proyectos como estos.

El libro en general celebra la capacidad de los jóvenes participantes para construir y dar forma a su futuro profesional a partir de la creatividad. Más concretamente, creo que el libro proporciona la forma en que los socios de AYCH lograron acompañar a estos jóvenes localmente, en diferentes contextos, individualmente y a través de experiencias colectivas y multiculturales. El libro explica el papel clave de la creación de prototipos y la habilitación de tecnologías como la impresión 3D y la realidad virtual en el proceso creativo; pero sobre todo, habla de la importancia de la empatía, de la necesidad de conectar con el otro y de la complejidad de los problemas actuales para que los jóvenes puedan dar sentido a las soluciones que están creando.

Finalmente; lo que te queda, ¿qué deja esta publicación en ti, además del trabajo?

Estoy ansioso por seguir contribuyendo a proyectos como este y esperanza, mucha esperanza en el futuro de la educación a través de la creatividad y el emprendimiento.

Una vez más Hilda, muchas gracias por abrir esta serie de entrevistas en las que pretendemos hablar con los protagonistas de nuestro proyecto europeo.